En la desinfección por vía aérea se utilizan equipos de nebulización en frío. Estos consiguen, a partir de un líquido, una niebla formada por gotas. El desinfectante es dispersado en forma de pequeñas gotas similares a la niebla, utilizando el aire comprimido como fuerza impulsora para la formación de la misma. De esta forma, la niebla, que se comporta como un gas, alcanza todas las zonas del local, accediendo a rincones o zonas que serían inaccesibles mediante una pulverización convencional. Las pequeñas partículas de agua en las que se encuentran disueltos los principios activos biocidas del desinfectante, se depositan sobre las superficies de la sala, formando una delgada película sobre ellas.
Gracias a nuestro conocimiento del servicio, se ha elegido un desinfectante de alta efectividad que, combinado con el método de aplicación por nebulización, nos permite tratar grandes áreas en cortos períodos de tiempo, logrando la máxima efectividad y el mínimo tiempo de inactividad para el negocio. Como elemento adicional, usamos el ozono como herramienta eficaz a la hora de combatir contaminantes químicos y biológicos entre los que se cuentan los causantes de malos olores, que pueden llegar a resultar un problema grave en determinados locales.